Inteligencia Artificial, su enfoque y aplicaciones
En lugar de
intentar imitar aquello en lo que somos buenos, pienso que es mucho más
fascinante investigar aquello en lo que nos desempeñamos pobremente, es
insensato usar máquinas para imitar a los seres humanos, en tanto que las
máquinas son realmente buenas siendo máquinas, y esto es algo en lo que los
seres humanos somos malos. Cualquier proyecto de inteligencia artificial
exitoso castra a la máquina por su propia naturaleza.
Edsger Dijkstra
Científico de la computación
Hablar de la Inteligencia
Artificial (IA), sería un debate interminable de posturas en pro y en contra de
los beneficios, causas, costos, aplicaciones, impactos y demás aspectos en lo
que interviene directamente con la convivencia social.
Por ello, el presente texto
presentará un panorama general del enfoque y sus aplicaciones de la IA que sin
aventurarse a dar una hipótesis de lo favorable o desfavorable que resultan
para las relaciones humanas, los avances científicos y económicos, así como
para la proyección de un futuro de la vida humana.
Antes de ahondar en el tema,
será necesario conocer cuáles son las suposiciones básicas de la IA.
En el congreso de Darthmouth (1956), en el que se reunieron los padres
fundadores de la disciplina, se llegó a la definición de las presuposiciones
básicas del núcleo teórico de la IA:
3. La presuposición de que la mejor forma de entenderlo es a través de
computadoras digitales[1]
Guiados en el contexto
anterior descrito, se plantea la premisa de los productos, poseedores de IA,
llámense robots, computadoras o máquinas para generalizar el término, existen a
favor de contribuir a la generación de conocimientos a través de pensamientos
que el cerebro humano no puede o en su caso le llevaría mucho más consumo de
recursos.
De aquí que se pueda definir
el enfoque con fines formales y científicos a favor de la educación, la tecnología, la salud y demás
factores que resultaran positivos en la ciencia, la economía y la sociedad.
Se vuelven observables y
hasta medibles los rubros en lo que la IA ha llegado a repercutir favorablemente.
Como es en la educación, donde la utilización de aparatos funge como
herramienta para la resolución de problemáticas de mayor dimensión donde excede
el conocimiento y perfectibilidad humana.
Estos dispositivos han
contribuido a minimizar el margen de error, que en algunos casos es crucial
para el desarrollo y calidad de la vida humana. Existe en este aspecto una sana
convivencia de los artefactos con IA y los seres humanos, ya que los primeros
no son capaces de pensar por sí mismos, requieren de comandos específicos que
son indicados por los segundos.
Otro de los aspectos más
beneficiados en la ciencia, es en lo concerniente a intervenciones quirúrgicas,
donde la llegada de elementos de mayor tecnología han contribuido a un mayor y
mejor estudio de la vida humana y trato en sus enfermedades.
El avance tan diferenciado de
la ciencia y la tecnología, como se puede vislumbrar, es tan evidente que
resulta benéfica la IA a favor de mejorar las condiciones de vida, de la salud,
del conocimiento, de las vanguardias tecnológicas y de temas infinitos que
mejoran nuestra calidad humana.
Sin embargo, cuando tratamos
el tema de la economía, es de mayor cautela tomar en consideración los factores
positivos y negativos que impactan en la sociedad. Como primera instancia
tomaremos que la creación de elementos que posean IA requiere de un gasto
económico no tan asequible al groso de las sociedades.
Cuando implican inversiones
de mayor envergadura, el acceso a las máquinas con uso de IA van en detrimento
del capital monetario con que cuente la empresa o sociedad interesada en su
adquisición. Es decir, deja de lado a países sub desarrollados que no pueden
priorizar este uso, ante el de las necesidades básicas de subsistencia humana.
Y ahora que ya se ha mostrado
que no es un uso general, las poblaciones, sociedades o empresas que tienen el
poder adquisitivo, entran en grandes conflictos cuando las funciones de las
máquinas comienzan a suplir actividades humanas que eran el sinónimo de una
estructura económica sustentable para la vida en sociedad.
Es decir, ya que se adquiere
la maquinaria, su uso comienza a ser debatido. Primeramente porque su manejo
requiere de capacitaciones que generalmente implican consumo de recurso de
tiempo o monetarios con los que el ejecutante no contaba. Seguido del aspecto
anterior, la economía busca alcanzar una producción mayor y con menos
desperdicio, pero todo ello es beneficio único de la empresa o institución que
produce.
En cambio, la economía que
repercute en la vida ordinaria se ve afectada por el despido de personal que
fue sustituido por maquinaria más precisa y eficientes que desestructuran la
economía familiar.
Son muchos los interesados en
poseer este tipo de tecnologías que impliquen un mayor número de producción y
por ende, de ventas, que dan por resultado un crecimiento económico. Pero pocos
son los que pueden costearla y mantenerla, ya que es un factor que casi no se
considera y de igual manera representa un fuerte consumo del recurso monetario.
Pero aquí es donde hay que
considerar que las condiciones económicas de la población pueden ir en
detrimento del elevado uso de tecnología que impliquen la IA como actor
principal.
Finalmente, el tercer aspecto
que se considera en el presente texto, será en cuanto a términos sociales. Que
si bien es cierto, hablar de la IA y de sus aplicaciones no es algo tan del
siglo XX, pues ya desde el siglo XV, grandes pensadores mostraban su postura
ante la elaboración de proyectos que representaban un significativo avance y
desconocimiento de una visión, es decir de un brecha.
Los aspectos sociales que
implica el manejo de objetos con IA, son tales que la sociedad ha tenido que
evolucionar a pasos agigantados tratando de igualar al de la ciencia y la
tecnología. Que en la situación más realista, existe una discrepancia entre lo
social y lo tecnológico.
A pesar de que la ciencia y
la tecnología han existido desde hace cientos de años, lo cierto es que desde
el siglo pasado, la tecnología comenzó a evolucionar aceleradamente, trayendo
como resultado que el groso de las generaciones quedaran atrasadas para poder
alcanzarla, es decir que pudieran conocerla, familiarizarse y finalmente
dominarla.
Además de la brecha
generacional que ya se menciona, existen otras variables que son observables en
las generaciones que han nacido y crecido con el uso de la tecnología. Es
decir, lo que vemos hoy día resulta tan futurista y de ciencia ficción de hace
50 años, que no se puede creer tan fácilmente.
Niños realizando actividades
de compleja ejecución, como el manejo de un dispositivo móvil, un aparato
electrónico o hasta de computadoras. Actividades que no eran de su manejo hace
un par de décadas en que sus padres eran jóvenes o niños.
La masificación de la
adquisición de estos productos ha provocado se vuelvan una moda, un estándar,
un estatus que adquirir para convivir en sociedad. El consumismo ha llevado a
niveles tales, que ha repercutido severamente en la convivencia en sociedad.
Las personas se han vuelto
ensimismadas conviviendo con una realidad alterna, no física sino digital en
que la comunicación por este medio resulta efectiva, pero en muchos de los
casos se queda como el único contacto. Es decir, la interacción directa del
usuario con el aparato o dispositivo.
En todo caso, habría que sopesar
los fines para los que la IA se aplica a las máquinas de consumo casero e
inmediato. Por una parte el manejo de la información se ve optimizado, pero por
otro, se plantea la reducción de las relaciones humanas como principio de
convivencia en sociedad.
Para concluir, será necesario
que el lector en lo particular reflexione sobre su situación inmediata que le
rodea, ya que los factores son variables y dependerá de cada uno el uso y las
funciones de los elementos con IA. Asimismo tendrá que considerarse en cada
caso el factor económico cómo se materializa, si a favor o negativamente.
Y una vez que hayamos
reformulado el uso y manejo de dichos elementos, ¿cuál sería el futuro que
queremos para nosotros mismo, para la sociedad, para el planeta?. Si es que
este texto puede alcanzar a incitar a la proyección de utilizar la IA como un
medio para mejorar las condiciones humanas en el más amplio sentido.
Reflexión:
¿por qué has elegido ese
tema? y describe, ¿de dónde partiste para empezar a escribir?
El tema de la Inteligencia
Artificial lo seleccioné no porque sea el de menor o mayor importancia, o por
tener un conocimiento más profundo, pero sí por ser uno con el que convivo a
diario. Y más ahora que en mi postulación de ingresar a un sistema de estudios
que incluye el manejo de tecnología como un principio y medio del logro de mi
objetivo.
El hablar de este tema me
pareció fundamental, con el antecedente de que a mis casi 30 años, me ha tocado
vivir cambios drásticos, algunos muy elogiables, otros tantos no en su
totalidad, pero lo que sí es cierto es que la tecnología y la aplicación de la
IA, nos está haciendo evolucionar a un paso tan acelerado que es difícil de
alcanzar y de comprender.
Para poder escribir de este
tema, partí de la lectura inicial que se nos proveyó en el aula, a continuación
me di a la tarea de tratar el tema en conversaciones con familiares y amigos,
atendiendo y tratando de descifrar tan variadas posturas. De aquí me fui
directo al diccionario para tener en cuenta los significados que por origen
pertenecen.
Mi siguiente paso fue hacer
lecturas concernientes al tema, que me ayudaran a fundamentar y centralizar el
texto académico. Y ya con ideas generales, pude guiar la redacción, así como
formularme una conclusión que no trata precisamente de una hipótesis.
[1] Elguea, Javier (1987). Inteligencia artificial y psicología: la
concepción contemporánea de la mente humana. Breve Historia de la Inteligencia
Artificial. Recuperado de: http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/estudio10/sec_16.html